Miradas migrantes sobre el derecho a decidir.
Frente a la situación de los últimos días en Cataluña, desde el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes y el Espacio del Inmigrante condenamos la vulneración de derechos y libertades al pueblo catalán.
Reivindicamos el derecho que tienen los pueblos a decidir sobre su futuro, el cual no debe ser negado ni mucho menos perseguido.
Extendemos toda nuestra solidaridad a las personas y a los colectivos populares que desde abajo y desde siempre han luchado por el derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Estamos atentos a todo lo que está pasando y aunque nadie nos ha preguntado o invitado a ser parte de este momento histórico los migrantes nos hemos autoinvitado; ya estamos acostumbrados a que se piense que no sabemos nada, que no nos enteramos, que no somos ciudadanos, que no votamos, que no sabemos de política, pero están equivocados, llevamos años luchando y resistiendo ante este gobierno español colonial y racista. Hace muchas décadas y siglos que nos declararon su guerra de exterminio y aquí estamos y seguimos vivos. Tenemos claro que como migrantes aquí nos quedamos, por más que nos amenacen, encarcelen o maten, porque si alguien sobra en este país son los de arriba, los corruptos, los gobernantes.
Nosotros miramos que estos días el gobierno está dejando ver en Catalunya su verdadero rostro y vocación, el de la violencia, la represión y el autoritarismo, quieren sembrar miedo en los corazones catalanes. Se creen que podrán agredir, amenazar, amedrentar y pisotear la dignidad de este pueblo que defiende su tierra, sin que haya resistencia. Creen que con porras y policías lograran cambiar su conciencia.
Desde que llegamos a Catalunya hemos mirado dos caras: una Cataluña rebelde, popular y digna que lucha por su derecho a decidir su futuro. A ustedes les decimos que nos sentimos convocados, animados y entusiasmados por lo que en estos momentos están logrando y esperemos que se dé la oportunidad de crear espacios de participación donde quepamos todas y todos, sin racismo, ni exclusión.
Nos gustaría que esta posible nueva república además de desconectarse legal y jurídicamente de España, también se desconecte de su espíritu y mentalidad colonialista y racista. Que lo que se construya sea desde abajo para cambiar su orden legal, social y político, por otro más justo, humano e incluyente, porque en una Cataluña construida desde arriba, con los mismos de siempre poco cambiará para todas nosotras, los pobres, los relegados de siempre, los de abajo.
Pero también conocemos la Catalunya oligárquica, colonial y racista que nos excluye, nos persigue y nos castiga por tener otro color de piel, otra lengua, otra religión otra manera de pensar. Por eso tenemos que dejar claro que tenemos memoria y no olvidamos, que no apoyamos ni acompañamos al gobierno español ni a la Generalitat, porque son dos gobiernos que para nosotros tienen la misma cara; compiten por ver quién caza, encarcela o expulsa más migrantes, compiten por ver quién pone más muros, más leyes, más normas y reglas que nos imposibilite tener una vida digna.
También creemos que esta situación no se arregla desde la legalidad, ni en los tribunales, nuestros cuerpos son la materia perfecta de la maquinaria de la ilegalización, sabemos que los derechos se ganan en la calle.
Por último, creemos, ojalá nos equivoquemos, que la actual situación será más dura, el Estado español prepara la represión con sus policías en las calles y por experiencia sabemos que la represión a quien más toca es a los de abajo, a los organizados, a los pobres, a las excluidas, y a los migrantes, por tal motivo convocamos a todas las migrantes y los migrantes, con o sin papeles a apoyar, a solidarizarse con esta luchas digna y rebelde.
Convocamos a resistir, a rebelarse, a decir NO a la represión, a decir NO a las persecuciones, a decir NO a la cárcel, a decir NO a la violencia, de quien sólo busca tener derecho a decidir su futuro.
P.d; si nadie les quiere imprimir sus papeletas, les decimos que nosotras las imprimimos, porque ya no pueden ilegalizarnos, hace mucho tiempo que lo somos y se nos quitó el miedo.